Afirman que la paciente murió por un
cáncer linfático y no por COVID-19, por lo que están pidiendo su traslado a
Riohacha.
Una mujer wayuu falleció
en una clínica de Barranquilla y su familia se opone a que sea cremada, pues,
aunque el centro asistencial que dice que se deben seguir los lineamientos
funerarios establecidos en el marco de la pandemia de coronavirus, los
allegados aseguran que la paciente no
tenía COVID-19, sino cáncer.
La paciente es Luz Delys Pérez Zúñiga, de 30 años, quien desde hace dos meses comenzó con
afectaciones de salud y estaba a la espera de una biopsia para que se entregara
un diagnóstico concreto.
Su prima Adriana Barros explica que
el pasado 10 de mayo Luz Delys tuvo
que ser trasladada desde Riohacha hasta la Clínica General del Norte de
Barranquilla por dificultad respiratoria,
mareo y tos, y que de allí la remitieron a un especialista para realizarle
una cirugía en el tórax que permitiera mejor oxigenación a su sistema.
“De inmediato, asociaron la dificultad respiratoria con el coronavirus
y ella lo que tenía era un tumor que,
lógicamente, le impedía respirar bien, tal como los dos internistas que la
atendieron pudieron comprobar”, indicó Adriana sobre su prima.
Dice que después de su fallecimiento este lunes a las 3:00 de la madrugada, le informaron a la familia que iban a cremar el
cuerpo, aunque el resultado de la prueba de COVID-19
que le practicaron no han llegado.
“Nosotros queremos llevarnos el cuerpo, porque no se ha comprobado que tenga la
enfermedad, además es wayuu y se
deben respetar los usos y costumbres.
Claro que cumpliremos con todas las normas de seguridad para llevar el cuerpo
hasta el cementerio en La Guajira”, aseguró.
Agrega que el cuerpo ya está en la
funeraria Los Olivos, donde están solicitando el traslado a su tierra natal.
José
Silva Duarte, del movimiento Nación Wayuu,
asegura que la familia ya ha presentado dos
derechos de petición y acudirán a la Fiscalía para
denunciar el caso.
“Ya van varios casos y, de seguir
así, los wayuu no querrán acudir a los hospitales o clínicas para ser
valorados”, indicó Silva Duarte.
Por su parte, el antropólogo
wayuu Weildler Guerra Curvelo afirmó que “el Pueblo Wayuu pide aplicar enfoque diferencial en caso de personas
indígenas fallecidas. En Barranquilla se ha dispuesto cremar
en Clínica del Norte el cuerpo de esta mujer wayuu fallecida por causa distinta
a COVID-19, por lo que es posible que los indígenas no acudirían más a
hospitales en estos casos”.
Añadió que la Organización Mundial de
la Salud ha dicho en el contexto de la COVID-19 que “es preciso respetar y proteger en todo momento la dignidad de
los muertos y sus tradiciones culturales y religiosas, así como a sus familias”.
Luz Delys Pérez es del clan Pushaina,
de la comunidad Ovejomana del resguardo Alta y Media Guajira, según la
certificación de la Dirección de Asuntos Indígenas de Riohacha.
Casos
similares
En Riohacha, hace seis días los
familiares de Paulina González, una mujer wayuu de 31 años que falleció en una clínica de la ciudad bajo sospecha
de COVID-19, reclamaron durante dos días
para que les fuera entregado el cadáver.
Luego de las denuncias hechas por la
organización de Derechos Humanos Nación Wayuu, las autoridades de salud se
pusieron de acuerdo, y bajo todos los protocolos de bioseguridad determinaron
trasladar el cuerpo para el cementerio ancestral de la comunidad indígena Merratchon, jurisdicción de Manaure, donde fue sepultado.
El líder Silva Duarte dijo que no
pasó lo mismo con Mauricia
Abshana, una matrona wayuu que murió por
cirrosis hepática y que fue cremada en Barranquilla sin esperar los resultados
de la COVID-19.
Vía @elheraldoco
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