Después
de varias semanas de incertidumbre, las autoridades finalmente han logrado
identificar los restos humanos hallados en el sector conocido como El Cerrón,
ubicado en la zona rural de la capital peninsular. Las víctimas son Samuel
Antonio Ruiz Martínez, Jhan Carlos Villarreal Contreras, Víctor José Mendoza,
Jáder Alexis Gómez Chaverra y Julián Francisco Aramendis Baute,
aunque el cadáver de este último aún no ha sido encontrado por las autoridades
que fueron tras su búsqueda.
La
situación se desencadenó cuando los familiares de los mencionados presentaron
una denuncia ante las autoridades, indicando que habían
recibido una llamada de un desconocido que les informaba sobre el fallecimiento
de sus seres queridos en un enfrentamiento entre bandas criminales el 29 de
noviembre de 2024.
De
inmediato, unidades de la Policía y el Ejército Nacional iniciaron labores de
búsqueda, encontrando en una zona boscosa y alejada del área urbana
algunos restos calcinados y otros en estado de descomposición. Según una fuente
oficial, los cuerpos no estaban concentrados en un solo lugar,
sino dispersos a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar, en
la periferia
de la vereda La Laguna, en el sector El Cerrón,
en la zona rural de Riohacha, en las faldas de la Sierra Nevada de Santa
Marta y en los límites con el municipio
de San Juan del Cesar, al sur de La Guajira.
El
procedimiento judicial fue llevado a cabo por el Cuerpo Técnico de
Investigación de la Fiscalía, con el apoyo del Ejército Nacional, unidades del
Batallón Rondón y un grupo helicoportado. Inicialmente,
los restos fueron trasladados a Santa Marta para su identificación, pero luego
se enviaron a Barranquilla debido a su mal estado.
“Al parecer, estas
personas fueron atacadas durante enfrentamientos armados. Algunos fueron
quemados y otros descuartizados. Se presume que el ataque involucró al Ejército
Gaitanista de Colombia (EGC) y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra
Nevada (ACSN), quienes están en disputa por el control territorial”, informó
una fuente que participó en la recuperación de los cuerpos.
Además,
se indicó que no se habían podido realizar las inspecciones necesarias debido a
la situación de orden público en la zona y las
dificultades para acceder al área donde ocurrió el altercado. Durante
la diligencia, los investigadores encontraron varios
lugares que parecían ser cambuches, trincheras y rutas utilizadas por los
grupos ilegales.
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