Como
el enfermo que a todo mundo saluda y también lo saluda todo el mundo, se le ve
sonriente y de buen color, pero por dentro se está pudriendo porque tiene todos
los sistemas dañados, así era el estado de salud de la Caja de Compensación
Familiar de La Guajira (Comfaguajira) que todo el mundo quería y gozaba de sus
servicios, pero por dentro era un desastre administrativo, financiero y de
gestión. ¡La quebraron!
No
es una opinión mía. Es la conclusión de la Superintendencia de Subsidio
Familiar (Supersubsidio) que ordenó la intervención administrativa total para
Comfaguajira, y separó del cargo al director administrativo junto con el
consejo directivo y el revisor fiscal. ¡No quedó títere con cabeza!
De
acuerdo con Supersubsidio, el programa de salud tiene una diferencia
patrimonial negativa de más de $26 mil millones; cuentas por cobrar de $19 mil
millones y solo son recuperables $2 mil millones, el resto ni se sabe por el
deficitario nivel del recaudo de cartera; es deficiente el porcentaje de
conciliación de glosas; y un altísimo nivel de endeudamiento del 187%.
También
dice que, en cuanto al giro directo, “Se evidencia que la caja de compensación
no ha realizado los pagos de la IPS con la misma objetividad que los demás
acreedores, toda vez que el valor realizado por giro directo es muy inferior al
promedio general realizado con los demás acreedores. De igual forma no es claro
por qué siendo la IPS el principal proveedor de la EPS, no se le realice los
pagos en debida forma”.
Es
decir, Comfaguajira le paga mejor y primero a los demás acreedores que a la
prestadora de servicios de la cual es dueña? Eso no lo entiende nadie. O tal
vez si…
Pero
hay más. De acuerdo con una certificación del área de Crédito y Cartera, la
caja de compensación ha tenido problemas de liquidez y recurre al programa de
salud IPS para cumplir con las obligaciones derivadas de su objeto social,
poniendo en riesgo la operación del programa que más beneficios le ha dado a la
caja de compensación; y tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe… ¡esos
préstamos internos son autopréstamos!
Y
el riesgo es mayor cuando la EPS que opera la caja de compensación solo le paga
a la IPS por giro directo el 57% del valor de los servicios prestados, siendo
un porcentaje muy inferior al promedio de pagos que hace a los demás
prestadores de servicios de la EPS, poniendo en riesgo a corto plazo la
operación del programa de la IPS porque no cuenta con un apalancamiento para
fortalecer la operación y desarrollar actividades sin depender de los ingresos
de la EPS. ¡Corruptos!
En
ese carrusel que por extrañas razones premiaba a las demás EPS e IPS, se
empieza a entender por qué fue intervenida la EPS de Comfaguajira y de una vez
se ordenó la liquidación. Lo que no se entiende es por qué nombran como
liquidador al mismo responsable del desastre. Eso lo tiene que explicar
Supersalud.
Comfaguajira
ni siquiera tiene conciliadas las cuentas, carece de procesos de control
contable, y la revisoría fiscal no estaba ni pintada; en tal sentido debe darle
traslado a la Junta Central de Contadores.
Dice
Supersubsidio que “La información en las condiciones planteadas, evidencia
serias debilidades operativas y de control en los procesos de auditoría de
cumplimiento, y del seguimiento a los recursos que le corresponde ejercer a la
Revisoría Fiscal de la Corporación; exponiendo al riesgo el manejo de los
recursos administrados.”
Y
para rematar “al verificar el plan de trabajo y las actividades realizadas por
el revisor fiscal, se evidencia falta de diligencia en los procesos de
auditoría”.
A
cambio de qué el consejo directivo de Comfaguajira nunca ha cumplido con su
deber para limitar el alcance del uso de los recursos? ¿Cuál fue el precio?
¿Dónde
estaban los miembros del consejo directivo además del revisor fiscal que nunca
se dieron cuenta de nada y no le pusieron freno a la gestión del director
administrativo?
El
espacio no me permite seguir contando lo que encontró Supersubsidio.
Y
como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí… @LColmenaresR
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