El
cuerpo presentaba varias heridas y estaba amarrada de sus extremidades.
La víctima
mortal se hacía llamar Daniela Mutis, un joven natural del corregimiento de Mingueo, jurisdicción del municipio de Dibulla, de quien aún se desconoce su nombre de pila.
La escalofriante
escena le arrebató la tranquilidad a los residentes de la zona, quienes
hallaron el cadáver tirado cerca al sector del puente, vía que conduce al
último caserío ubicado en el corredor agroindustrial del Distrito Especial
Turístico y Cultual de la península.
Según moradores del corregimiento de Matitas, los restos humanos
presentaban signos de tortura, pues estaba atado de manos y pies,
además presentaba varias laceraciones entre ellas unas producidas por arma de fuego.
La comunidad alertó de este hallazgo a las autoridades, quienes
hicieron presencia en el sitio, lo acordonaron, inspeccionaron y desplazaron el
cadáver hasta la morgue de Riohacha. Además, iniciaron una investigación para
esclarecer este asesinato.
Juan
Parra, miembros activo de derechos humanos de la población LGBTIQ, y
de la mesa distrital de dicha agremiación, repudia este acto violento ocurrido
este 4 de febrero del año en curso, e insiste que del caso se debería
esclarecer los responsables de este homicidio.
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