Desde el inicio de
la cuarentena obligatoria ordenada por el gobierno nacional y cuando alcanzaron el trimestre del aislamiento, en el municipio
fronterizo el panorama es poco alentador.
En Maicao se ha registrado 17 asesinatos: trece a bala, tres con cuchillo, uno
a golpes y dos más en enfrentamiento con miembros de las instituciones armadas
del Estado. Al mismo tiempo, a 94 personas les han detectado el covid-19, un
total de 3.942 personas con comparendos al no quedarse en casa.
A todo eso se suma el clamor de habitantes de zonas vulnerables porque no le han
llegado ayudas humanitarias, una administración que no ha podido aprobar un
Plan de Desarrollo, que le garantice a la ciudad una hoja de ruta para su
progreso, carece de un plan de contingencia en salud, para afrontar la pandemia;
y un acalde que todavía no ha asimilado que el debate electoral ya pasó y que le
toca gobernar a un pueblo que se desangra y está siendo presa fácil del
covid-19.
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