La edificación del acueducto del corregimiento de Camarones,
la construcción de ocho micro-acueductos y dos parques: el de Coquivacoa y el
de La Vida, tienen intranquilo al exalcalde Rafael Ricardo Ceballos Sierra,
quien fue alcalde de Riohacha, en el periodo constitucional 2012-2015.
Por la primera obra la Fiscalía General de la Nación lo
tiene tras las cuerdas. En la actualidad es acusado por la fiscalía 47
especializada contra la corrupción por el presunto delito de contrato sin el
cumplimiento de los requisitos legales y este proceso se encuentra en la etapa
de juicio.
Estas audiencias se han alargado más de lo normal por la
pandemia, pero la próxima audiencia de juzgamiento está programada para
realizarse en el mes de septiembre, proceso que lleva el juez Segundo Penal del
Circuito de Riohacha, Carlos de Jesús Altamiranda Baldiris.
A Ceballos Sierra lo tienen vinculado por el delito de
contrato sin cumplimiento de requisitos legales, que tiene una sanción entre 64
a 216 meses. A este contrato también inquieta la Contraloría General de la
República y la Procuraduría General de la Nación.
También están inmersos los integrantes de la «selección
Colombia», como en su momento Ceballos Sierra los llamó a: Julio Vega,
secretario de Obras e Infraestructura; Adriana Arregocés, secretaria de Salud;
Yaridys Móvil, asesora jurídica y Rita Nilecta Deluque López.
Igualmente, están enredados los contratistas Yusith Jadith
Mustafa, Armando Certein, y subcontratistas Miguel Ariza y Henry José Vergara
Pérez, a quienes se les imputan el delito de peculado por apropiación a título
de dolo.
Por la segunda, tercera y cuarta obra, la Dirección de
Fiscalía contra la administración pública le endilga tres delitos: peculado por
apropiación, contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y delitos
contra la administración pública de la cual hacen partes los delitos: peculado,
concusión, cohecho, celebración indebida de contratos, tráfico de influencias y
prevaricato.
La segunda obra tiene que ver con la construcción de ocho
micro-acueductos, los cuales se hicieron en la zona rural del Distrito de
Riohacha, según lo indagado por la Fiscalía, habría un desfalco de 25 millones
de pesos y también porque no se instalaron unos filtros para potabilizar el
agua.
La tercera con el parque de Coquivacoa, en donde existe una
posible alteración de los precios, a esta obra también le tiene puesto el ojo
la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación.
La cuarta y última obra, está amparada en el contrato 110
del 2013, denominado parque de la Vida, la cual consta de parque, biblioteca,
cancha múltiple, zonas verdes en donde se sembraron 22 árboles de mango de
cinco metros de altura, a un valor de 6 millones 361 mil 639 pesos con 86
centavos, cada uno, para un gran total de 139 millones 956 mil pesos con 077
centavos.
También se sembraron 14 árboles de trébol a 5 millones 861
mil 639 pesos con 86 centavos, para un gran total de 82 millones 062 mil 958
pesos. Además del alcalde están inmersos el contratista, Iván Loaiza; el
secretario de Obras e Infraestructura del Distrito, Julio Vega Ramírez y el
interventor Enrique Espinosa.
Finalmente, en el parque solo se observa cuatro árboles de
mango, ninguno de trébol, pero existen varios de Neem y de Dividivi; es decir
que la inversión parece haberse perdido.
Vía La Gujirahoy.Com
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